SAN BLAS y los repiquetes en Autol

San Blas.

En nuestros pueblos existen muchas tradiciones que aún no estando escritas, más o menos alteradas, se han conservado hasta la época actual.

San Blas es el santo protector de las enfermedades de garganta; en pueblos como Alfaro, Cornago y Cervera el 3 de febrero se bendicen alimentos, roscos, bollos y unos cordoncillos de lana que se atan al cuello para evitar este tipo de males. En Autol, San Blas es su patrón menor y, después la misa celebrada en su honor el cura bendice el “barzón”, atribuyendo a esta pasta las propiedades curativas. El barzón es una especie de pan dulce que debe su nombre a la forma que evoca la pieza, del mismo nombre, por la que se introduce el timón del arado, quedando mediante un ramal enganchado al yugo.

El día de San Blas, las personas mayores, con especial devoción, suben a misa con uno o varios barzones en una pequeña cesta de mimbre. Los niños lo llevan en las manos y con impaciencia, esperan el final de la Eucaristía para hincarle el diente, va engalanado con un baño blanco de “punto de nieve” -azúcar glasé y clara de huevo-. Sobre esta capa blanca se espolvorean pequeñas bolitas de colores y se colocan diversas golmajerías, un paraguas de barquillo relleno de caramelo y un pollito de algodón, una pequeña pluma coloreada y figuras de azúcar. Hoy se recurre a la tahona pero hasta los años sesenta, como tantas otras cosas, se elaboraban y se horneaban en casa un día antes de la fiesta. Para los niños se engalanaban, porque resultan más dulces y lúdicos y otros van desnudos, con ese color de tierra recién labrada tan característico. Ahora bien, que no se confunda el forastero, si no están convenientemente bendecidos, no se pueden esperar bondades para las gargantas y San Blas no admite reclamaciones.

Cuadrilla a la bodega a celebrar San Blas. Años 40En la puerta de la Iglesia se bendice una mesa larga con barzones, cestas repletas de piezas de caza y ristras de las que cuelgan buen número de liebres, perdices o conejos. Los cazadores los han conservado, desde el final de la veda, para esta ocasión. Un jurado determina quien es merecedor cada año del primer, segundo y tercer premio a la mejor presentación de las piezas.  Existe cierta competitividad entre los cazadores, dado que es un buen escaparate para hacer pública su pericia con la escopeta y sus dotes cinegéticas. Cazadores. Años 50

Terminada la bendición, todos los asistentes a la misa  y los que pasaban por allí, pueden degustar, mientras suena la banda de música, un trozo de barzón bendecido y un trago de moscatel para que pase mejor. Antiguamente, la fiesta continuaba en las bodegas, y las cuadrillas de amigos celebraban comiendo, bebiendo y cantando en comunión la fiesta de su patrón San Blas. Todo lo que se ofrece hoy, además de esto, ya es añadido y poco tiene que ver con las costumbres y tradiciones populares de este día.

A bendecir

Barzones

De un tiempo a esta parte, en los pueblos existe una tendencia a eclipsar la esencia de las fiestas con añadidos comerciales y gastronómicos que atraen gentío, pero que van desvirtuando su forma tradicional.

*En la receta aparece la palabra lledar, en el diccionario leudar: fermentar la masa con la levadura.

Puede tratase de un localismo.

Los repiquetes de Santa Águeda.

      Pocas tradiciones gozan tanta popularidad como la de la víspera de la fiesta en honor a Santa Águeda el 5 de febrero. Se realiza en muchas provincias de España, se conoce con el nombre de “las águedas”. En general es la mujer la que toma el protagonismo, siendo ese el común denominador. Las mujeres, ataviadas con trajes regionales asisten a misas, procesiones, meriendas, bailes y comparsas, donde se consumen pastas y licores obtenidos mediante donativo. En grupo  piden “la miaja” – una ayuda con la que costear la fiesta- cantando y haciendo alarde de su dominio. Se trata en general de una exaltación ritual mediante loas, cánticos populares, auroros, serenatas y otras formas similares. Un grupo de personas recorren las calles para terminar en la puerta de la Iglesia al son de matracas, badajos, campanillas, botellas de anís y otros instrumentos musicales. Si bien, se desconoce su origen preciso, quizás tenga como fondo algún resto de ancestrales celebraciones paganas ligadas a la maternidad, simbiosis entre un rito pagano y un rito eclesiástico, práctica habitual en el cristianismo que ha servido para acercar la Iglesia a los fieles y hacer más asequible el hecho religioso.

Iglesia de San Adrian y Santa Natalia

El nombre de Águeda aparece el 5 de febrero en el Martirologio,  su leyenda presenta aspectos un tanto fabulosos y novelescos, aunque existe constancia de que entre los siglo IV y V,  Águeda sufrió el martirio y la persecución del cruel gobernador de Sicilia.  Éste, para doblegar a la virgen a sus deseos, la sometía a duras pruebas y vejaciones de todo tipo que culminaron en la amputación de los pechos. Sus atributos son la palma del martirio y la bandeja en la que porta sus pechos cortados. La milagrosa intervención resanadora de San Pedro ha sido un tema recurrente para conformar su iconografía, tal y como la conocemos hoy, -una mujer que sostiene sus propios pechos amputados en una bandeja, y cuyo su rostro, se muestra ajeno al sufrimiento-. Los jesuitas del siglo XVII fueron los responsables de la imaginería barroca representase plásticamente la figura de Águeda con estos exagerados efectos dramáticos.

Santa ÁguedaA Santa Águeda, la podemos encontrar en los retablos de la mayoría de nuestras Iglesias, bien como escultura exenta policromada, bien en relieve o en pintura. Su culto esta estrechamente ligado al de Santa Lucía, -que nos conserve la vista-, de la que fue coetánea y cuya fiesta  se celebra en una fecha próxima, el 13 de diciembre.

En Autol esta tradición de vísperas, es un  tanto singular; no es un pasacalles, sino que se realiza en el campanario. Es conocida como “los repiquetes”, pues los sonidos musicales se originan mediante un corto repique de varias campanas. Seguido al repique de campanas una persona, dirigiéndose hacia el casco urbano y a modo de pregón, vocea una serie de dedicatorias en forma de rimas o pareados, que han sido encargadas con antelación por los vecinos, previo pago de unas viandas o una pequeña cantidad de dinero. Antiguamente la recogida del donativo se realizaba de casa en casa portando una pequeña imagen de la Santa con un pañuelo blanco al cuello para validar el encargo. Estas dedicatorias versan sobre vicios, virtudes y maldades, venturas y desventuras de personas o instituciones. Generalmente, van dirigidas a la novia o al novio, al marido o mujer, a los padres o a los hijos,  a los nietos, a los  amigos y vecinos, a las autoridades civiles, militares o eclesiásticas. Se trata de loas o reproches en tono jocoso, con buena dosis de ironía y, aunque  en ocasiones pueden ser un poco ácidos, se trasmiten sin acritud. Para evitar ofensas, se cita tanto a la persona que lo encarga cómo a quien va dirigido, evitando los anónimos. Repite una y otra vez la misma estructura: al repique de campanas siempre sigue la frase “este repiquete para……” el primero esta dedicado a la Santa protagonista y el segundo se llama dedicado a los patrones San Blas, la Virgen de Nieva, San Adrián y Santa Natalia, estos dos primeros bloques se tocan con las cuatro campanas, y, como siempre ha habido clases, los demás, los dirigidos al populacho, se tocan con tres campanas. Aquí presentamos algunos ejemplos:

 

Este repiquete pa Santa Águeda………..

 

Este repiquete pa nuestro patrón San Blas

que nos cure la garganta

y así no tosamos más.

 

Este repiquete va pa todo el vecindario

pa que no ensucien el río

y que lo cuiden a diario.

 

Este repiquete pa Pecoso el Carranguete

pa que beba algo más de agua

y algo menos de clarete.  

 

Este repiquete pa toda la juventud

pa que no se drogue tanto

que es malo pa la salud. 

 

Este repiquete pa mi cuñada Carmina

que no le de tanto al pico

y limpie más la cocina.

 

Este repiquete pa el Ilustre Ayuntamiento

pa que emplee el hormigón

con mayor conocimiento.

Y así, pueden continuar hasta un centenar. Antiguamente los vecinos reunidos en la plaza escuchaban sus dedicatorias y veían así cumplidos sus encargos. Este primitivo medio de comunicación de masas, servía y sirve para hacer llegar un mensaje a la persona deseada ante la falta de arrojo para hacerlo personalmente.

Nunca es del todo fiable conocer el origen y evolución de la cultura popular transmitida oralmente, así que probablemente, la forma en que conocemos hoy esta tradición dista de su presentación original. Sin embargo, existe constancia documental que evidencia la celebración de esta tradición en los primeros años del siglo XVII, según consta en el registro del Libro de Fábrica I de los Archivos Parroquiales. Documentación facilitada por Don José Ignacio Hernández, maestro de Autol.

109 V 08/11/1612 Quentas de 1611

Gasto ordinario:

Item que gasto en dos rs. de un peon para açer las onrras de la Reina y tres rs. a los medidores del pan y vino que se gasto con ellos y de la noche de santa Agueda y çinco rs. de vidrios y siete rs. y medio de cordeles e ylo para el monumento y dos rs. para traer la crisma y quatro rs. del vino que se gasto en açer el monumento y çinco rs. de llaves y nueve rs. de un dia que se fue a Calahorra açer un requirimiento a el organista y dos rs. de xabon y quatro rs. de alfileres y papel para el monumento y quatro de la çebada que se gasto con su señoria y de llevar a vender el pan quatro cabalgaduras con un peon y traer la çera y de otros gastos comunes y ordinarios que por su prolixidad no ban aqui declarados y de traer la çera y de seis rs. a el presente notario por açer estas quentas tres mil y quatroçientos y treinta y quatro mrs.

Juan de Colmenares   

  Luis de Hortera        

Don Diego de Puelles


124 No se de la noche de Santa Agueda nada:

Otrosi mando quel gasto que se aze en la noche de Santa Agueda y lo que se da por tañer las canpanas = que no se de de aqui en adelante con aperçebimiento que no se pasara en quenta lo que ansi se gastare =

Todos los quales autos su merced mando quel cura los aga ver y notificar en un dia festibo para que venga a noticia de todos y no pretendan ynoranzia lo qual cumpla so pena de suspension.

Maestro Pedro de la Puente                      

 Ante mi Joseph Bazo Notario

                                                                     16 de marzo de 1615

 

En la actualidad, La Cofradía del Santísimo Sacramento, mantiene viva año tras año esta tradición. La recaudación suele destinarse a causas benéficas. Casi todas las dedicatorias se recogen en la parte vieja del pueblo, donde se concentra la  población de más edad y más sensible con las tradiciones. Hacia las diez de la noche después de unos sonidos de campana se oye, ¡este repiquete!..

 

Texto y fotos de

Luis Ángel Baroja Herreros

Licenciado en Bellas Artes y pintor

y profesor de Artes y Dibujo en el Instituto Sagasta.

Cursos de Doctorado “Antropología del Arte y de los procesos creativos”

 

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