Calle de Santo y fiesta propia,
incluso alcalde de fiestas y alguacil.
(Así ha
sido y así quisiéramos que fuera, por eso os cuento la fiesta del 2004. Lo
sucedido este 2005, esperamos sea la excepción que confirme la regla.)
Antigua
artería de Logroño, hasta 1856, sin salida a los muros, conocida por el nombre
de Ollerías bajas por ser la zona donde tenían sus casas y talleres los
olleros. Paralela a esta calle, hacia el sur, esta la calle Ollerías
(antiguamente Ollerías Altas), donde se encuentra una placita con una pequeña
placa donde se puede leer: “Plaza del arbolito”. Es aquí donde se reúnen los
vecinos al atardecer del día 23 de Junio y dan comienzo a los festejos.
Suelen comenzar en esa misma zona,
con cuenta cuentos para la chavalería. Luego,
grupos, bandas y dulzaineros van animando toda la calle.
Actualmente son muchos los negocios
dedicados a la hostelería que conviven en armonía con otros sectores. Este
año, sobre los comercios, se han colocado carteles indicando el nombre y tipo
de negocio que existían en los años 50.
Cuando anochece empieza a notarse
cierto movimiento de sillas, tableros y mesas; son
comerciantes
y vecinos que se disponen a tomar la calle para celebrar una cena
multitudinaria. Cada uno invita a familiares y amigos, la música ameniza la
velada, todo el que pasa se suma a la fiesta. La noche es joven; no hay
hogueras, pero hay algo en la noche de San Juan que une a las gentes de esta
calle. No hay prisa, después de la cena siguen las charlas animadas, hasta que
el cuerpo aguanta.
Al día siguiente siguen las
celebraciones: procesión, ofrenda floral, música, degustaciones y otros actos
que mantienen a los vecinos en la calle.
Al finalizar el día, la imagen de San
Juan vuelve a su hornacina, recién estrenada frente a la travesía de San Juan.
¡ Hasta el año que viene ¡
Federico Soldevilla Agreda