Todos
conocemos la puerta antigua de la muralla "porque
nuevas ya tenemos". La última que nos queda y que
nos recuerda la efeméride defensiva de la ciudad en 1521, conocida como
“ La puerta del Camino”.
Seguramente la puerta
es posterior a esta fecha, ya que la muralla es de anchura superior a la
primitiva.
La puerta, tal y como
la conocemos actualmente, ha cambiado ligeramente el aspecto que tenía a
principios de siglo XX, y os cuento porqué:
En
una sesión extraordinaria del Ayuntamiento de Logroño a fecha del 4 de
Mayo de 1948 se dispuso que la Sección de Arquitectura de dicho
Ayuntamiento, propusiera la forma más conveniente de conservar los
escudos existentes en la muralla – Puerta del Camino – ya que se trata
de recuerdos históricos que deben perpetuarse.*
En esta fecha, era
alcalde de Logroño D. Julio Pernas Heredia en su segundo mandato.
Don Diego Ochagavía
Fernández, como presidente y representante del IER (Instituto de
Estudios Riojanos), envió una carta al Excmo. Ayuntamiento de Logroño
el 16 de Julio de 1949, pidiendo que se protegiesen los escudos y la
puerta del Revellín (de tan notable trascendencia para Logroño) por
medio de un tejadillo con aleros salientes, que los resguardasen de las
inclemencias climatológicas.
También pidió que
fuesen los técnicos municipales los que eligieran la mejor solución para
proteger, y a la vez resaltar, el alto valor artístico e histórico de
este monumento.
Los escudos “para
entonces” ya se encontraban muy deteriorados y los relieves del emblema
imperial aparecían casi borrados.
En la sesión del día
10 de Octubre de 1949 se acordó que se ordenaran los trabajos para la
conservación de los escudos situados en el Revellín.
En la sesión del día
14 de octubre de 1949 se acordó que el Sr. Arquitecto Jefe diera cuenta
previa al Ayuntamiento de los trabajos necesarios para la conservación o
restauración.
Los arquitectos D.
Luis González Gutiérrez y D. Jaime Carceller Fernández realizaron un
proyecto para la creación de unos Jardines y la conservación de la
puerta de la muralla del Revellín en Junio de 1950. En la memoria del
proyecto podemos leer, que lo principal era proteger el monumento. “Para
ello, se proyecta cubrir la parte ocupada por la puerta de un tejadillo,
evitando que las aguas de lluvia penetren en el interior de la fábrica
del monumento. Este tejado terminará en un alero de madera, con el fin
de que no desentone con el monumento y evitar que la lluvia moje y
ataque a los paramentos.
Se aconseja proceder
al silicatado de la piedra arenisca de los escudos, con productos
adecuados a este fin. Esto impermeabilizará la piedra y hará que no
continúe la disgregación de la misma; aunque debe advertirse que este
tratamiento tendría que repetirse cada dos años.”
La memoria siguió con
la descripción pormenorizada de los trabajos que debían realizarse para
ejecutar el proyecto. También se comentó que la obra no debía realizarse
por el procedimiento de subasta, sino por el de administración, dado el
tipo de trabajo.
El presupuesto total
del proyecto, jardines y puerta, fue de 31.259,35 Pts.
La Comisión de Fomento
y Obras del Ayuntamiento de Logroño en la sesión del día 15 de Junio de
1950, propuso la aprobación del proyecto, y que este pasara a la
Comisión de Hacienda para el reconocimiento del crédito preciso para su
realización. Recomendando que, si hubiese dificultades económicas para
la realización total, se diera preferencia a las obras de conservación
de la Puerta de la Muralla.
La Comisión de
Hacienda en la sesión del día 21 de Junio de 1950.
Expuso: “se carece de
consignación para ejecutar totalmente este proyecto presupuestado en
31.259,35 Pts. También expresó se realicen por administración las obras
de conservación de la Puerta de esta Muralla presupuestada en 4.956,10
Pts.”
El día 23 de Junio de
1950 pasó el informe a la Comisión Municipal Permanente.
Mucho de nuestro
patrimonio, no necesita obras faraónicas ni inversiones millonarias,
pero sí cuidados para su conservación y consolidación. Si tenemos
voluntad de conservar el patrimonio, los medios se podrán buscar. A
veces poco a poco, pero con efectividad.
* Archivo Municipal de Logroño (AML 12677/2)
Federico Soldevilla Ágreda
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