La RUTA de las ESTRELLAS

AÑO JACOBEO

En los albores del siglo IX, en el año 813 según nos cuenta la tradición, un pastor gallego llamado Pelayo, vio una noche, mientras cuidaba su rebaño, una brillante estrella surcando el cielo, que fue a posarse sobre el monte llamado Libradón.

De la visión del pastor Pelayo tuvo constancia el Obispo de la zona llamado Teodomiro quien, bajo revelación divina, descubrió en el monte que señaló la estrella, un arca conteniendo los restos del apóstol Santiago.

Ya contaba la leyenda que los restos del Santo fueron traídos a su muerte por sus discípulos en una barca que navegaba a la deriva y que las corrientes marinas hicieron atracar en la costa gallega en tan sólo siete días, enterrándolo en el mismo lugar en que desembarcaron, aunque nunca antes se había encontrado la tumba.

El hallazgo por Teodomiro de los restos fue un gran acontecimiento, atrayendo las miradas de toda la cristiandad hacia tierras compostelanas.

Peregrinos haciendo el Camino. Foto: FedeDebemos recordar que en la época de la que hablamos, la península era un mosaico compuesto por reinos cristianos en constante lucha contra la invasión musulmana. El descubrimiento hizo que los cristianos unificaran bajo el apóstol Santiago el símbolo de la Reconquista.

Pero fue precisamente en nuestra tierra donde ocurrió el milagro más significativo para el relanzamiento del Santo: "la batalla de Clavijo". A unos 20 km. De Logroño se estaba librando una feroz batalla entre las tropas de Abderramán II y Ramiro I de Asturias, cuando apareció el Apóstol a lomos de un corcel blanco, ayudando a los cristianos en su victoria y ganándose el sobrenombre de "Santiago Matamoros".

A partir de ese momento comenzaron las peregrinaciones hasta la tumba del santo, consolidándose el denominado Camino Francés, que desde el país vecino y a través de Roncesvalles atraviesa Estella, Puente La Reina, Logroño, Santo Domingo, Burgos, León acabando en Compostela, en el "fin de la tierra".

Recorrer el Camino de Santiago es un viaje interior, exclusivo de cada persona. El peregrino vive su propio camino al recorrer la Senda Jacobea. Es el camino de la vida, con los pasos iniciales duros del monte pirineo, agrestes llenos de vida; pasando poco a poco a uno suavizado y plagado de llanuras en el interior de la meseta y culminando con un agitado paisaje al llegar a León y Galicia que muere en la Tumba Compostelana.

El manantial por el que surge el Camino de Santiago en nuestra tierra viene precedido por las características flechas amarillas que nos conducen, a través del Puente de Piedra (inicialmente construido por Santo Domingo de la Calzada), al centro histórico de Logroño. Caminando por la senda del Santo llegaremos por Navarrete a Nájera, Azofra, Santo Domingo de la Calzada y nos despedimos de la tierra riojana en Grañón.

El Camino se puede recorrer por fines culturales, senderistas, religiosos, turísticos, etc. No importa cuál sea el justificante que nos incite a la marcha, una vez que provemos la magia del Camino, ya nos sentiremos parte de él y nos conformará para el continuar de nuestra vida.

"ULTREIA."

María José Gato García

Peregrinos contra viento y marea. Foto: Fede

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