¿Qué es prioritario: una colección de museos o salvar un yacimiento arqueológico?

(de la web www.amigosdelahistoria.com)

 por José Luis Cinca Martínez

SOBRE EL YACIMIENTO DE "LA CLÍNICA"

            Ante esta pregunta que hace unos días nos hacíamos en la asociación AMIGOS DE LA HISTORIA DE CALAHORRA la cual, desde su fundación en 1978, ha luchado por la defensa y protección del patrimonio arqueológico calagurritano –como patrimonio más vulnerable-, no nos cabe la menor duda de que la salvaguarda de un yacimiento arqueológico debe ser prioritaria: la reciente aprobación por el Gobierno de La Rioja de la Ley de Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja (de la que tanto podíamos hablar) abunda artículo tras artículo, en la protección de cualquier resto arqueológico frente a cualquier otra actuación.

 A pesar de que sobre “La Ciudad de los Museos” llevamos muchos años oyendo hablar, y a pesar de nuestra opinión sobre el concepto moderno de museo que va más allá del de un simple espacio donde se acumulan objetos con un cartelito y que se abre aprovechando una visita, no deja de sorprender las recientes declaraciones del Sr. Concejal de Cultura, D. José Ibáñez, en las que nuevamente insiste en el sorprendente número de museos con los que Calahorra va a contar:

  • Museo de la Verdura, que ahora englobará aquel otro espectacular sobre la Conserva, sin saber muy bien qué significa una cosa ni la otra, ni si lo “colocaremos” en los Deanes, en el Albergue, en Caramiñana, o vete a saber dónde.

  • O el Museo Diocesano del que ya nos hemos olvidado de las promesas del pasado año para el que, según nuestros políticos,lloverían millones y sería la referencia nacional, y que, a la hora de la verdad, se ha podido rehabilitar en el claustro catedralicio, de forma sencilla, pero gracias al trabajo altruista de los voluntarios.

  • O el Contemporáneo con los fondos del museo actual.

  • O aquel Etnográfico que sería puntero en La Rioja, y que ahora pretendemos encajar en ese otro de la Verdura, si nos cabe.

  • O...

Todo esto de los museos está muy bien y por supuesto que no nos oponemos a ello, sobre todo si no se convierte en la única actuación por parte de nuestros ediles, pero hay que reconocer que tiene un ligero tufillo a algo de lo que se habla continuamente, no sabemos si por falta de ideas frescas, o porque es tema recurrente para entretener a los medios de comunicación. Y está muy bien crear un museo pero, ¿hay dinero suficiente para pagar su mantenimiento?, sobre todo cuando, desde las instituciones oficiales, se tiene como dogma al hablar con las asociaciones culturales, de la legendaria falta de recursos económicos, y sobre todo cuando mantener un museo supone contar con suficiente personal técnico, además de restauradores, limpieza, departamento pedagógico, bibliotecas especializadas, etc.

 Por esa razón, volvemos con LA CLÍNICA, porque a pesar de no ser un yacimiento arqueológico único, es el único yacimiento  dentro del casco urbano que puede ser musealizable.  Y ahí debe estar la prioridad. Antes que cualquier museo, antes que cualquier otra actuación, hay que actuar de inmediato en lo que aún queda en pie, no sólo porque a alguien se le ocurra, sino porque lo dice la Ley de Patrimonio y porque es patrimonio de los calagurritanos, en peligro de desaparición.

 Vamos a recapitular un poco la historia de este yacimiento. En 1972, dirigidas por Marcos Pous, se efectuaron las primeras excavaciones en el yacimiento. De 1979 a 1984 continuaron bajo la dirección de Urbano Espinosa. En 1990, ante el deterioro de los restos, se restauró lo excavado con el equipo de Alejandro Bermúdez. En 2001 se incluyó el yacimiento en el Proyecto Calagurris Iulia, y en las excavaciones que se llevaron a cabo, se encontraron importantes restos arqueológicos (hipocausto, cloaca y estructuras), quedando suspendidas a la falta de nuevos recursos. En 2003 se intervino en el nivel del camino, y en el 2004, una puntual intervención unió las antiguas excavaciones de los años 70 con las efectuadas por el proyecto Calagurris Iulia.

 Amigos de la Historia de Calahorra, ya en el 2002, solicitó la incoación de la zona como Bien de Interés Cultural con el objeto de preservar los restos recién hallados, propuesta que fue rechazada.

En mayo de 2005, ante el progresivo deterioro y destrucción de esos restos, propuso el apuntalamiento de la cloaca y la cubrición con arena de la parte más deteriorada. No hubo respuesta.

En agosto, la asociación se pronunció en contra de la finalización de las excavaciones arqueológicas. No hubo respuesta.

También en agosto, se solicitó una reunión para hablar sobre La Clínica. No hubo respuesta.

Y terminamos el año, presentando una alegación al proyecto de urbanización de la calle Carretil, alegación que fue rechazada en el último pleno municipal.

 No nos sorprende esa actitud negativa hacia todas y cada uno de las propuestas y planteamientos de Amigos de la Historia de Calahorra, pero lo que no deja de sorprendernos, es que queramos mostrar una ciudad de museos, y que se desatienda un lugar, no ya de interés turístico, sino un lugar en el que se encuentra una parte de la historia más fiel de la ciudad.

 Estamos seguros de que, al igual que en 1990 se rehabilitó lo que quedó tras seis años de abandono de las excavaciones concluidas en 1984, tarde o temprano, en el área de la chimenea se actuará, pero ese proyecto de musealización del que ya se daba por hecho hace años, o viene pronto, o cada vez será más barato porque cada vez quedará menos por musealizar.

 En resumen: a pesar de que somos conscientes de que nuestros planteamientos, al Sr. Concejal de Cultura no le interesan en absoluto, no podemos dejar de expresar nuestra opinión sobre los pasos que se deben dar en relación al yacimiento de La Clínica:

  • hipocausto y la cloaca: o se interviene ya, o se apuntala y se cubre.

  • En segundo lugar se podrá acometer la musealización de este espacio tras su protección y conservación, así como la zona rehabilitada en 1990.

  • En tercer lugar, la continuación de las excavaciones arqueológicas en el nivel de la chimenea, bajo la losa de hormigón entre la chimenea y el camino, y al nivel del camino.

  • En cuatro lugar ya estaremos en el camino correcto para acometer la protección, conservación y musealización de todo el conjunto, y su declaración como Bien de Interés Cultural.

Y si después de solucionar el problema de La Clínica, el del yacimiento del B3, el de las prospecciones en Pontigo, Rifondo y Viacampo, el de la protección de la calzada romana, el problema del molino de la cuesta de La Pinilla -el entubado de Minglanillos ya no es problema: se destruyó-, etc, etc, llenamos la ciudad de museos y además hay dinero para mantenerlos, ¡pues bienvenidos sean!