En unos días comenzará la exposición LA RIOJA TIERRA ABIERTA y la iglesia de Palacio será un punto de visita dentro de su recorrido. Unos meses antes tuvimos la exposición de su RETABLO.

Somos un grupo de vecinos del Casco Antiguo y somos también cristianos y formamos parte de su Consejo Parroquial. Y desde nuestra fe queremos expresar nuestra opinión y punto de vista sobre estos acontecimientos que afectan a nuestra iglesia y nuestro Barrio.

Nos sentimos orgullosos de pertenecer a esta vieja, noble y querida Iglesia de Palacio y también nos sentimos contentos de su limpieza y restauración.

Apreciamos lo que se está haciendo en ella y en el Barrio, pero no quisiéramos que en todo esto se olvidasen las personas, sus viviendas y condiciones de vida, que para nosotros es lo más importante. No nos gustaría que con motivo de este acontecimiento se olvidasen y no se tuviesen en cuenta estos aspectos y que así los visitantes se fueran engañados.

A pesar de lo que se está haciendo y que valoramos, vemos el abandono y especto ruinoso de algunas de las calles, como el aspecto fantasmal de las mismas. Pero a pesar de que los vecinos cada vez somos menos, nos conocemos, en las calles nos hablamos y nunca ha ocurrido nada cuando transitamos por ellas.

La personas mayores que en le Barrio viven no ven a su edad el ir a otra parte. Los servicios Sociales están saturados y no llegan a dar solución a las necesidades primarias de los usuarios y lo mismo podemos decir de nuestras Cáritas parroquiales.

Según el Programa para el Casco Antiguo que el Ayuntamiento presento hace año y medio refrendado por los principales partidos políticos y por varias asociaciones ciudadanas, se comprometía a trabajar sobre “la vivienda, la incorporación de nuevos residentes a la zona y la mejora de las condiciones de vida de quienes residen en ella”, y se resaltaban las dotaciones de espacios sociales para las personas mayores, actuación sobre el patrimonio que alberga el barrio, ayudas para alquiler y adelanto de la subvención para rehabilitar las viviendas, seguimiento del absentismo y el fracaso escolar, etc. Esto está firmado, y sabemos que no es fácil, pero la mayor parte está, eso, sólo firmado.

Pensamos que no va a ser con “locales comerciales” cómo el barrio se va a revitalizar pues los que ahora hay se están marchando. Ni tampoco dotándolo con “servicios”. Puede ser que a los visitantes les impresione pero estos servicios no inciden en el Barrio. Nos parece que son las personas las que hacen Barrio.

Sentimos que se utilice el Casco Antiguo, sus espacios y solares y en este caso su patrimonio con vistas a obtener beneficios que luego no revierten en él y sí en empresas de iniciativa privada que naturalmente buscan beneficios a su inversión.

El sueldo modesto y la precariedad en el empleo de muchos habitantes hace que los problemas detectados y recogidos en dicho programa se hagan crónicos. Si a eso unimos, los ruidos nocturnos de fin de semana, la situación exige que se actúe sobretodo, buscando respuesta a las necesidades reales de las personas, antes que en lograr una buena imagen.

Sólo si nos olvidamos de esta realidad o la escondemos, la EXPOSICIÓN nos puede llevar a pensar y creer que el CASCO ANTIGUO está muy bien.

Logroño, 23 de febrero de 2007

Firmado: Carlos Jiménez Gómez, María Josefa Iturría Madariaga, Máximo Isidoro Ramírez Solo de Zaldivar, Asunción Pedro Vendrell, Maria Isabel Zaldivar, Máximo Arancón Oñate, Juana Magaña Marín, Guadalupe Olarte García, Sari Sedano Llaría y Carmen Gestal Tofé.